Nuestra Alma, Nuestra Cuerpa, Nuestro territorio.
La medicina tradicional es una práctica ancestral que ha sido utilizada por diferentes culturas para tratar diversos malestares. La utilización de plantas medicinales es una de las formas más antiguas de medicina, y puede ser una opción segura y efectiva para mujeres en su vida. Nuestras abuelas nos curaron y trataron muchos de nuestras enfermedades con remedios caseros que en su mayoría incluían plantas medicinales, es bien sabido que en la comunidad Purhepecha aún existen mujeres, abuelas y/o nanas que usan estas plantas.

En esta ensenanza, exploramos la intersección entre las plantas medicinales y el bienestar femenino en distintas etapas de la vida.
Aunque el camino tradicional puede parecer distante del pensamiento occidental dominante, este contenido busca tender un puente entre ambos enfoques, invitando a la integración y la colaboración. La medicina tradicional y la partería encuentran su voz en estas páginas, enraizadas en la poesía de las hierbas y el profundo respeto por la sabiduría ancestral.

Este espacio es para recordar, para escuchar a la tierra y a nuestros cuerpos. No venimos a aprender como si esto fuera algo nuevo, venimos a recordar lo que siempre ha estado con nosotras.
Las plantas nos han acompañado desde el principio. Nuestras abuelas las conocían, las usaban con respeto, con paciencia. Aquí vamos a hablar de ellas, de cómo nos sostienen en nuestros ciclos, en la espera de la vida, en el descanso del cuerpo después de parir. No desde la prisa, no desde los papeles, sino desde la memoria viva de quienes han cuidado con estas hierbas desde siempre.
Nos ha guiado la voz de las parteras, de las mujeres que caminan la medicina tradicional, de quienes han guardado estos saberes en la piel y las manos. También hemos mirado en otros lugares, en textos y estudios, pero siempre volviendo a la raíz, al corazón del conocimiento vivo.
Nos encontramos aquí para compartir:
La palabra de las parteras que han sostenido estas prácticas con dignidad y fuerza.
Las plantas que acompañan nuestros procesos: la sangre que llega y se va, el vientre que se prepara para recibir, el cuerpo que se abre y se cierra.
La práctica, porque la medicina no se aprende con los ojos, sino con las manos, con el olor, con el contacto.
Iremos caminando juntas este conocimiento, no con reglas ni listas, sino con la conversación, con la experiencia, con el respeto. Porque el cuerpo es territorio y la medicina es camino.

El conocimiento de las plantas medicinales no se escribe en libros primero, se escribe en la memoria de quienes las han cuidado, en las manos que las han sembrado, en las palabras de las abuelas y parteras que las han usado por generaciones. Este manual no es solo un conjunto de datos, es un reflejo de muchas voces, de muchas historias tejidas alrededor de la medicina de la tierra.
Para recoger este conocimiento, caminamos distintos caminos. Escuchamos a quienes sostienen la partería tradicional en el Lago de Pátzcuaro, como Nana Abigail, Nana Luisa, la enfermera partera Anabel Rosas Rosas y la partera Alina Bishop. En sus palabras, en sus manos, en los jardines que han cuidado, encontramos parte de este saber. Visitamos el jardín de Nana Abigail, donde las plantas no solo crecen, sino que cuentan historias de cuidado y sanación. También exploramos jardines familiares, reconociendo qué plantas siguen vivas en la memoria de las comunidades y cómo han sido usadas en la salud de las mujeres.
Además de la voz viva de la tradición, miramos en otros espacios: en estudios científicos, en textos que han intentado documentar lo que las comunidades ya saben. Exploramos bases como PubMed, Midwifery Today, Science Direct y documentos de la UNAM sobre Medicina Tradicional, buscando comprender cómo el conocimiento académico se cruza con la sabiduría ancestral.
Para dar forma a este manual, organizamos la información según el camino de la vida en el cuerpo de las mujeres: preconcepción, gestación, parto y postparto. En cada una de estas etapas, presentamos las plantas que han sido aliadas en el cuidado, describiendo sus nombres, sus usos y la manera en que han sido parte de la medicina tradicional en la región del Lago de Pátzcuaro. Pero estas no son las únicas plantas, ni la única manera de usarlas. La medicina de la tierra es diversa, cambia con cada territorio, con cada familia, con cada historia.
Preconcepción:
En la medicina tradicional, la fertilidad se ve como un equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Se considera que la salud general y el bienestar emocional son fundamentales para la fertilidad.
Se cree que el equilibrio de las energías del frio y calor en el cuerpo es crucial para la fertilidad. El desequilibrio energético puede afectar la capacidad reproductiva. Durante esta etapa, algunas plantas medicinales pueden ser utilizadas para mejorar la fertilidad y preparar el cuerpo para la gestación. Aunque es importante tener en cuenta que la eficacia de estas plantas no ha sido respaldada científicamente.
Hierbas que deben evitarse: Algunas hierbas pueden ser peligrosas durante la preconcepción y deben evitarse, como el Dong Quai, neem, el sello de oro y la raíz de cohosh negro.

Parto:
El uso de plantas medicinales durante el parto puede ser beneficioso para algunas mujeres, pero es importante tener en cuenta que no todas las hierbas son seguras durante el embarazo y el parto. A continuación, se presentan algunas recomendaciones y precauciones que se deben tener en cuenta al utilizar plantas medicinales durante el parto:
Antes de utilizar cualquier hierba durante el parto, es importante que hable con su médico o partera para asegurarse de que la planta sea segura para usted y su bebé.
Se deben de compran hierbas de alta calidad de una fuente confiable para garantizar que sean seguras y efectivas y libres de pesticidas.
Aceites esenciales: Los aceites esenciales pueden ser beneficiosos durante el parto, pero solo deben ser utilizados bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Evite ciertas hierbas: Algunas hierbas, como la hierba de San Juan, la ruda y la raíz de cohosh negro, pueden ser peligrosas durante el parto y deben evitarse.
• Postparto:
Después del parto, es común experimentar dolores y molestias, por lo que
algunas plantas medicinales pueden ser útiles para aliviar estas molestias.
La arnica y la calendula son plantas con propiedades antiinflamatorias que pueden ser utilizadas para
reducir la inflamación y el dolor. La lavanda también puede ser utilizada para ayudar a relajarse y
conciliar el sueño.

Parto:
La infusión de hojas de frambuesa se ha utilizado durante el parto para ayudar a fortalecer las contracciones uterinas y promover un parto más fácil y rápido. Se cree que la frambuesa ayuda a relajar los músculos del útero y a aumentar el tono uterino, lo que facilita el parto y reduce el dolor.
Postparto:
La frambuesa es rica en hierro, que es importante para prevenir la anemia postparto, que puede ser común después del parto debido a la pérdida de sangre durante el parto,
La infusión de hojas de frambuesa también se puede utilizar durante la recuperación postparto para ayudar a fortalecer y tonificar el útero, y para reducir la inflamación y el dolor.
FRAMBUESA- Rubus idaeus
Propiedades: antiinflamatorio, astringente, diurético, emoliente, tónico
Usos comunes: alivio de dolores menstruales, diarrea, infecciones respiratorias, irritaciones de garganta y piel.
Preconcepción:
La frambuesa es rica en ácido fólico, que es esencial
para la salud del feto y ayuda a prevenir defectos del tubo neural en el bebé.
Embarazo:
La frambuesa es una fuente rica de vitamina C, que es importante para el desarrollo del tejido
conectivo del bebé y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico tanto de la madre como del bebé.
La frambuesa también es rica en fibra, lo que ayuda a prevenir el estreñimiento, que es un problema
común durante el embarazo.
Las hojas de frambuesa se pueden utilizar para preparar una infusión que se ha utilizado
tradicionalmente para fortalecer el útero y prepararlo para el parto.



